Salamanca es una de esas ciudades históricas, llenas de conocimiento y buen ambiente que hay que visitar al menos una vez en la vida. Todo aquel que ha estado confirma que no ha quedado decepcionado con la visita. Por eso, hoy te animamos a que descubras esta maravillosa ciudad y te pierdas recorriendo sus calles, llenas de encanto. Si eres de los que prefieres las escapadas más cortas, este plan es perfecto para ti. Hoy te contamos cómo explorar Salamanca sin perderte detalle en tan solo tres días. ¡Toma nota!
- Día 1. Lo primero que querrás hacer al llegar a esta preciosa ciudad es soltar las maletas y relajarte después del viaje en las magníficas habitaciones de nuestro abba Fonseca Hotel, la mejor opción para alojarte y descansar durante tu estancia. Una vez te hayas acomodado, sal a conocer toda la historia que albergan las calles de la ciudad. En los alrededores de nuestro hotel podrás ver La Catedral Nueva y las curiosidades en su fachada. Justo enfrente podrás encontrar el Palacio de Anaya, y muy cerca de él encontrarás otro de los monumentos más populares, La Casa de las Conchas. A mediodía, La Plaza Mayor, una de las localizaciones más representativas de Salamanca, es el lugar perfecto para picar algo y disfrutar de las tan conocidas tapas. Por la tarde, puedes ir a descubrir la universidad más antigua de España. Si, además, buscas ambiente universitario lo encontrarás por la zona de Van Dyck.
- Día 2. Empieza el día cargando las pilas con la gran variedad de productos en nuestro Desayuno Buffet, ya que en este día seguro que vas a necesitar energía para seguir conociendo los rincones de la ciudad. Por la mañana puedes conocer algunos de los edificios menos turísticos de la zona pero igualmente llenos de belleza, como la Casa Lis, cuya fachada de cristal no te dejará indiferente y que en su interior alberga el museo de Art Nouveau y Art Decó. Si por la tarde prefieres dar un paseo, lo puedes hacer por las calles Toro y Zamora, las más comerciales de la ciudad, donde hasta las tiendas de ropa se rodean de historia. No puedes perderte la puesta de sol y las vistas desde el Huerto de Calixto y Melibea. Después podrás pasear junto a los monumentos iluminados en la noche.
- Día 3. Antes de despedir esta preciosa ciudad, aprovecha las últimas horas para terminar de conocer tranquilamente los rincones que tiene Salamanca. Si quieres seguir descubriendo más sitios peculiares, puedes visitar el Puente Romano, declarado Bien de Interés Cultural. El Cielo de Salamanca es una pintura llena de representaciones mitológicas. Podrás verla en el patio de las Escuelas Menores del Museo Universitario.
Por último, para poner el broche de oro, no te puedes ir sin haber probado la gastronomía más salmantina en nuestro Restaurante La Abbadía, donde degustarás exquisitos platos a la carta de una selecta y cuidada cocina Castellana. Sin duda, el mejor plan para despedirte de Salamanca con buen sabor de boca.