Si hay dos ciudades en el Reino de Aragón que destacan por su arte mudéjar son Teruel y Zaragoza. Pero Huesca, a pesar de ser la gran desconocida, aún conserva algunos de los resquicios más importantes de la cultura árabe que tanto tiempo ocupó la Península Ibérica y que es Patrimonio de la Humanidad.
Aunque algunos de los restos se encuentran en el Museo Diocesionario de Huesca, muchas son las localizaciones por las que pasa desapercibido y en las que sigue en pie este arte. Si quieres descubrir los lugares de los que hablamos a continuación, donde aún está presente este estilo artístico, no dudes en alojarte en nuestro abba Huesca Hotel, situado en pleno centro de la ciudad y con un estilo moderno y renovado que te aportará el mayor confort durante tu estancia en Huesca.
- La Sala del Tanto Monta de la Catedral. Su techo es, quizá, la representación de arte mudéjar más importante de Huesca. Una sala restaurada recientemente con muros venecianos de estuco y suelo de mármol negro. El gran protagonista es el impresionante alfarje mudéjar, iluminado de manera natural por los ventanales.
- El Palacio de Villahermosa. Situado en el centro histórico de Huesca, estaba formado por tres casas de la familia Azlor y los Condes de Guara. Aunque la apariencia exterior pertenece al estilo renacentista, en su interior el patio tiene una de las joyas del arte mudéjar. Se trata del alfarje mudéjar de su patio techado, el segundo más importante de Aragón.
- La Iglesia de San Miguel. Comúnmente conocida por los lugareños como la iglesia de “Las Miguelas”. Se encuentra al norte de la ciudad, junto al río Isuela. Es un templo fundado por el Rey Alfonso I en el año 1110. Aún conserva sus arcos de diafragma que sostienen el techo de madera y contienen inscripciones típicas del arte mudéjar.
- El Ayuntamiento. Aunque estos elementos fueron erróneamente datados, el ayuntamiento de Huesca conserva aún dos techumbres de estilo mudéjar. Están compuestas por alfarjes tallados en madera, tratándose de otro de los resquicios importantes y más comunes de este arte.
- El púlpito de la Catedral de Huesca. Es el único que se conserva de los cuatro que se encuentran documentados después de la renovación de esta catedral por los cristianos. El púlpito, que se encontraba en la sala de las limosnas, se encuentra en el complejo museístico de la catedral.
- La iglesia de San Pedro el Viejo. Este solar ha sido testigo de la presencia de varios templos de las diferentes culturas que han habitado en la zona. Desde el primer asentamiento de los romanos hasta conservar el aspecto actual, perteneciente al siglo XII. Frente a la entrada al claustro, se pueden apreciar los motivos mudéjares en el interior del arco. Además, lo encontrarás junto a una combinación de otros estilos artísticos.
- La Catedral de Jesús Nazareno. Perteneciente a la antigua mezquita de Wasqa, como era conocida la ciudad en presencia árabe, se encuentra el templo cristiano. A pesar de las reformas, conserva algunos detalles poco comunes pero que no pasan desapercibidos. El tejado que cubre la portada de la catedral, compuesto por alfarjes de madera del estilo mudéjar, es un ejemplo.
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