¿Te apasionan los palacios renacentistas? Si es así, ¡tenemos el viaje perfecto para ti!
Vitoria, situada en el País Vasco, alberga impresionantes monumentos y arquitectura palaciega de la época renacentista. Antiguas residencias privadas convertidas hoy en museos o centros culturales, las casas-torre medievales también decoran su paisaje; al igual que los edificios neoclásicos y las magníficas mansiones de principios del siglo XX.
A continuación presentamos los 7 palacios renacentistas de Vitoria:
Villa Suso
Villa Suso es un palacio renacentista situado en la Plaza de Machete. Su construcción finalizó en 1538 y aún conserva parte de la muralla medieval de la ciudad en uno de sus muros. En la actualidad, Villa Suso se utiliza como sede de congresos. Merece la pena detenerse en la entrada principal solo para contemplar el hermoso escudo de piedra que allí se asienta y admirar un tapiz flamenco de Bruselas en el interior del palacio.
Palacio de Monthermoso
El Palacio de Monthermoso sirvió de alojamiento a los monarcas a su paso por Vitoria. Durante el siglo XIX, fue el hogar de José Bonaparte y de su amante, la marquesa de Monthermoso. Hoy en día, el Palacio de Monthermoso se utiliza como centro cultural donde la gente viene a explorar exposiciones sobre arte y pensamiento contemporáneos.
Palacio de Bendaña
El palacio de Bendaña fue un verdadero espectáculo cuando se construyó en 1525. Construido en estilo renacentista con un toque de gótico tardío, este magnífico edificio no podía dejar de visitarse. Su impresionante torre cilíndrica que se eleva desde una esquina de la Fachada Principal le confiere un aire de grandeza y elegancia sin parangón con otros palacios cercanos. A su esplendor se añade un enorme patio interior caracterizado por elevados arcos en cada planta sucesiva. En la actualidad, el palacio alberga el Museo Fournier de Naipes.
Casa del Cordón
La Casa del Cordón comenzó siendo una gran torre de banderas. Una vez finalizada la Guerra de Bandas, en su base se construyó un palacio anexo de dos plantas. Poco después, se colocó una increíble bóveda estrellada con policromía gótica de la que aún hoy podemos maravillarnos. Actualmente la casa alberga la Fundación Mejora de la Caja Vital Kutxa, así como una colección de muebles tradicionales vascos.
Palacio Álava-Esquivel
Este palacio de estilo neogótico fue construido en 1488. Con dos fachadas, una en la calle Herrería y la otra, más antigua, en la calle Zapatería, es un lugar que merece la pena visitar. Actualmente esta notable estructura es ahora propiedad nada menos que del Ayuntamiento marroquí de Tánger.
Torre de Doña Ochanda
La Torre de Doña Ochanda es la sede del Museo de Ciencias Naturales de Álava. Su finalidad cambió rápidamente de fortaleza a palacio al ser imaginado de nuevo. Siguió siendo un palacio hasta finales de los años sesenta, cuando un restaurador incluyó la adición de la ahora icónica torre. La que fuera fortaleza se ha transformado ahora en un lugar para que la gente experimente la cultura y aprenda sobre ciencias naturales.
Palacio Escoriaza-Esquivel
Construido a mediados del siglo XVI, este palacio renacentista está considerado como el mejor conservado de su época. Domina la ciudad desde lo alto de una colina, donde un lado de su fachada oeste se funde a la perfección con una muralla medieval. Fernán López de Escoriaza y su esposa Victoria de Anada y Esquivel iniciaron la construcción de esta majestuosa estructura, pero nunca llegaron a verla terminada, ya que fallecieron trágicamente antes de su finalización. Afortunadamente, su sueño perduró.
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