El carnaval de San Sebastián es uno de los más famosos y antiguos de España, tiene una larga historia, que se remonta a la época medieval, cuando se celebró por primera vez como parte de la tradición cristiana de la Cuaresma. El carnaval es conocido por su ambiente alegre y sus vistosos disfraces, y gente de todas partes se reúne para celebrar y participar en las fiestas.

Durante el carnaval se celebran numerosos desfiles de carrozas y espectáculos, así como concursos de disfraces, actuaciones musicales y representaciones teatrales. También hay numerosos puestos de comida que ofrecen deliciosos manjares, sin olvidar sus habituales bares de pinchos, ¡por descontado! Pero lo que convierte al Carnaval de San Sebastián en algo único es la celebración de los Caldereros y Caldereras.

Una celebración centenaria

El Desfile de Caldereros Húngaros o los Húngaros de la Tertulia de la Juventud tienen sus raíces en el Desfile de Caldereros Turcos, que desfilaron el Lunes de Carnaval de 1828 vestidos de italianos y turcos cantando y golpeando entre sí utensilios metálicos como cacerolas de chocolate. Durante esta celebración tradicional de San Sebastián, comparsas ataviadas con creativos disfraces desfilan por las calles de la ciudad haciendo ruido con cacerolas y martillos mientras cientos de personas cantan al son de las geniales canciones de Raimundo Sarriegi.

En los años comprendidos entre 1958 y 1968, la celebración de esta fiesta tuvo un patrón inconsistente que llevaría a periodos de gran éxito y luego a su casi total desaparición. No fue hasta organizaciones como la sociedad Gaztelupe, y posteriormente Gaztelubide, que la recuperaron de su casi desaparición en 1959. Gracias a ello, poco a poco fue creciendo hasta convertirse en lo que hoy conocemos: con el personaje de la reina que se oficializa junto a otras nuevas comparsas en el Antiguo y con el cambio de fecha para pasar al primer sábado de febrero.

En 1972, el resurgimiento de Caldereros/as se debió al Centro de Atracción y Turismo y a un puñado de sociedades y ciudadanos. Durante la década siguiente, se formaron varios grupos que ampliaron aún más la geografía del festival, así como su duración. Hasta hace unos años, la Comparsa de Caldereros era un acto exclusivamente orquestado por hombres y destinado a ellos. Sin embargo, en los últimos años, las mujeres han empezado a ocupar el lugar que les corresponde en la festividad. Hoy en día, en la mayoría de las Comparsas participan ambos sexos por igual, sin distinción de papeles. Las mujeres están ahora tan presentes y activas como los hombres en esta alegre tradición.

Una fiesta única

Si participas en la fiesta, verás que tiene algunas peculiaridades más. En primer lugar, debes conocer sus personajes principales, que son la Reina, las Damas, los/as Directores/as, el oso y el domador. Estos van acompañados por una comparsa de unas 400 personas que están distribuidas en 19 tribus de diferentes lugares de la ciudad. Y a lo largo de todo el recorrido por la parte vieja no se deja de cantar alegres canciones y melodías, las más tradicionales son la Comparsa de Caldereros, los Coros de Caldereros Húngaros, Recorrimos, los Caldereros Húngaros en el trabajo, el Canto Húngaro y el Famaren hotsa.

Desde la gran tradición donostiarra hasta las fiestas de hoy en día, el Carnaval de San Sebastián es una experiencia inigualable que ha cautivado a los visitantes durante siglos. Con su ambiente animado, sus vibrantes disfraces y sus interminables celebraciones, esta fiesta se ha ganado a pulso ser uno de los acontecimientos más queridos de España. Tanto si participa en los desfiles como si simplemente los contempla desde lejos, en el Carnaval de San Sebastián todo vale, excepto aburrirse…