Casa solariega Lardizabal de Segura

Los habitantes locales se refieren a este lugar como «el palacio que dicen encantado», y actualmente, sirve como la sede del Ayuntamiento de San Sebastián. La leyenda cuenta que en este edificio reside un espectro que deambula de sala en sala. La casa solariega Lardizabal de Segura fue construida a finales del siglo XVII por Francisco Lardizabal, quien amasó una considerable fortuna gracias a su negocio de ferrerías.

 

Castillo de San Telmo en Hondarribia

En la hermosa ciudad costera de Hondarribia, se encuentra el Castillo de San Telmo. Este castillo fue construido bajo el reinado de Felipe II con el propósito de defender la comarca de los temidos piratas. Conserva mazmorras que, durante la pleamar, se inundaban, poniendo fin a la vida de los prisioneros encadenados. Se dice que algunos de estos espíritus todavía deambulan por las habitaciones del castillo, que hoy en día es propiedad privada. También se escuchan lamentos desde las profundidades de las mazmorras del sótano.

 

Barco Gustav hundido en Zarautz

“Gustav” es el nombre de un barco alemán que encalló y se hundió frente a la playa de Zarautz el 12 de diciembre de 1874. Incluso hoy, en noches oscuras de invierno, se afirma que dentro del perímetro del barco se pueden escuchar los ladridos de un perro, llamado como la embarcación, que supuestamente pereció en el naufragio. Algunos incluso dicen haber sentido la presencia de un posible tripulante del barco.

 

Palacio de Narros en Zarautz

La leyenda del Palacio de Narros en Zarautz se remonta a 1572, cuando un náufrago llegó a la playa de Zarautz y fue acogido por los marqueses de Narros. Este noble inglés había huido de Francia y, aunque partió en un galeón con docenas de tripulantes, fue el único que llegó a la playa. Sin embargo, se negó a recibir la extremaunción de un sacerdote católico y acusó a sus anfitriones de envenenarlo, blasfemando en su furia. Desde su muerte, su espíritu atormentado se manifiesta en el palacio, moviendo los ojos de los retratos que decoran las azules paredes de la estancia

 

Cementerio de Polloe

Entre las tumbas, aquellos interesados en lo sobrenatural han realizado psicofonías y han informado de avistamientos inexplicables. Una de las historias más enigmáticas es la de una mujer que entra al recinto para visitar la tumba de un ser querido, pero nadie la ve salir. Además, en la década de los 60, durante la construcción de la variante de la autovía de San Sebastián que cruza el cementerio de Polloe por debajo, algunos ataúdes cayeron en el túnel en construcción. La leyenda cuenta que algunos de los difuntos aprovecharon esta oportunidad para escapar del cementerio.

 

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