Para muchos, la playa es sinónimo de verano por ser un lugar fantástico donde disfrutar de un chapuzón refrescante y combatir las altas temperaturas. Sin embargo, es un error olvidar la arena y el mar cuando el frío llega.

Por ello, en tu próximo viaje a Santander, incluye las playas en tu programa de visitas y excursiones. Y es que la ciudad presume de más de 5 km de playas urbanas con su característico manto de arena fina y dorada. Te contamos cuáles son las mejores playas de Santander para descubrir este invierno.

 

Playas cerca de Santander

Playas de El Sardinero

Hacemos énfasis en la pluralidad de “playas”, ya que El Sardinero cuenta con dos playas en la zona. Aunque se la considera como una única playa porqué al bajar la marea, se unen en una sola extensión de arena y agua. Su nombre proviene de que, antiguamente, la zona era un caladero de sardinas. Ambas playas uno de los mayores atractivos de la ciudad de Santander, y en los meses de verano, son de las más concurridas.

La primera de las dos playas de El Sardinero se extiende desde el Balneario de la Concha hasta los jardines de Piquío, abarcando una distancia de aproximadamente 300 metros. Además de ser una de las mejores playas de Santander, cuenta con un encantador paseo marítimo que ofrece unas vistas panorámicas espectaculares. La segunda playa tiene una longitud mayor y llega hasta las proximidades del Parque de Mataleñas.

 

Playa del Camello

Una de las mejores playas para admirar en invierno es la Playa del Camello. De hecho, disfrutar de las vistas de esta playa es mucho más recomendado que darse un chapuzón en sus aguas frías. Recibe el nombre por una de las rocas que emerge del agua y que tiene la curiosa forma de un camello. Además ofrece unas maravillosas vistas a la Península de la Magdalena.

 

Playa de los Molinucos

Si buscas algo más íntimo y alejado de las masas es la Playa de los Molinucos. Está algo alejada de la ciudad y para acceder a ella se debe seguir un camino a pie a través la senda del Cabo Menor. Tras una ruta de pocos minutos, se llega a una pequeña playa, apenas un pedacito de arena escondido entre los acantilados. No obstante, se debe tener en cuenta el nivel de la marea puesto que cuando sube, el agua engulle por completo el pequeño estrecho de arena.

 

Playa de las Mataleñas

Continuando el sendero que lleva a la Playa de los Molinucos, se llega a una cala bastante más grande pero de exuberante belleza. Entre los acantilados se descubre una playa de no más de 125 metros de longitud a la que, para acceder, se debe bajar por unos 100 escalones. Merece la pena hacer el camino y descubrir el paisaje natural que ofrece la lengua de agua turquesa haciéndose paso en la arena.

Y algo más alejado de Santander…

Playa de Langre

Está considerada una de las playas más bonitas de Cantabria. Así que, aunque esté a poco más de 30 km de Santander, si quieres embelesarte con unas vistas que quitan el hipo, debes visitarla. Decidir entre la fotografía desde lo alto de los acantilados o el paisaje desde la orilla es una tarea casi imposible.

Su costa virgen está formada por un extenso arenal flanqueado por altos e imponentes acantilados sobre los que se extienden kilómetros de pradera. Para bajar a disfrutar de la playa, deberemos descender por una escaleras algo empinadas.

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