Huesca, con sus poco más de 50.000 habitantes, se alza como una ciudad vibrante y moderna, enclavada en el corazón de una provincia con una riqueza natural y paisajística impresionante. Su ubicación estratégica, a tan solo una hora al norte de las espectaculares montañas del Pirineo y a treinta minutos al sur de las áridas estepas de los Monegros, le otorga un contraste único en cuanto a paisajes y climas. Desde el alpino al continental y al mediterráneo, Huesca ofrece una diversidad de ecosistemas difícil de encontrar en tan corta distancia.

Sin embargo, lo que hace que Huesca sea realmente especial es su historia milenaria y su patrimonio excepcional. A lo largo de las calles de esta ciudad, los restos arqueológicos, monumentos y el patrimonio en general son testigos del pasado de la ciudad en diferentes épocas. Desde la ciudad ibera de Bolskan en el Casco Antiguo hasta la Universidad Sertoriana, la primera universidad española que operó hasta 1845, Huesca es un tesoro histórico que atrae a visitantes de todo el mundo y desde abba Huesca te invitamos a descubrirlo.

 

Las huellas del pasado en Huesca

Huesca ha sido hogar de diversos pueblos a lo largo de su historia y sus huellas aún se pueden ver en la ciudad. Durante la época romana, Huesca era conocida como Osca y fue el lugar de residencia de Quinto Sertorio, quien estableció un senado de trescientos miembros y una academia, sentando las bases para la creación de la primera universidad española.

Aunque los visigodos apenas dejaron rastro en la ciudad, los musulmanes la dominaron y la bautizaron como Wasqa. Construyeron las murallas que aún se mantienen en parte, a pesar de los ataques de los guerreros del norte. Uno de los personajes más famosos de la leyenda, Roldán, dejó su huella en las cercanías de la ciudad, en el famoso Salto que domina el horizonte.

 

La conquista cristiana y la Campana de Huesca

Posteriormente, la historia de Huesca estuvo marcada por la batalla de Alcoraz. En esta, el ejército cristiano, con la “ayuda” de San Jorge, logró la victoria y la conquista de la ciudad en 1096. En la época medieval, Huesca fue la corte real en el palacio que hoy alberga el Museo Arqueológico Provincial, un lugar que también está relacionado con la famosa leyenda de la Campana de Huesca.

La tradición cuenta que, tras la muerte del rey Alfonso I el Batallador de Aragón, en 1134 y sin descendencia, los nobles ofrecieron la Corona del Reino a su hermano Ramiro, quien estaba recluido en un monasterio francés. Asumió el trono como Ramiro II, el Monje, con la promesa de regresar a la vida religiosa en dos años. Sin embargo, los nobles aragoneses pensaron que podrían manipular al inexperto rey. Ante la ingobernabilidad causada por las rebeliones nobiliarias, Ramiro buscó consejo del abad de Saint Pons. Este último ideó un plan: mostró a los nobles una supuesta campana gigante y, uno a uno, fueron ejecutados en presencia del rey. Sus cabezas se dispusieron alrededor de la sala, y una de ellas colgaba como badajo. Este evento se conoció como la Campana de Huesca, simbolizando el drástico castigo impuesto por el rey para restaurar el orden en el reino de Aragón.

 

El esplendor de la Edad Media y el Renacimiento

Durante la Edad Media, Huesca floreció y se construyeron edificios y monumentos que todavía podemos admirar en la actualidad. La Iglesia y Claustros románicos de San Pedro el Viejo, así como la Catedral de estilo gótico, son ejemplos notables de esta época. La Universidad de Huesca, que, como hemos comentado anteriormente, fue fundada en 1354 y suprimida en 1845, también es un testimonio de la relevanciahistórica de la ciudad.

El Renacimiento dejó su huella en Huesca a través de edificios como la Casa Consistorial y el retablo de la Catedral, una obra escultórica en alabastro creada por Damián Forment. El arte sacro del barroco español se puede apreciar en la Basílica de San Lorenzo, el patrón de la ciudad, y en las Iglesias de Santo Domingo y San Vicente. Además, el legado de los Lastanosa, mecenas de Baltasar Gracián, se conserva como grandes muestras de arte del siglo XVII.

 

Huesca en la era moderna y contemporánea

En el siglo XIX, Huesca se convirtió en la capital de la provincia y abrazó el progreso con la llegada del ferrocarril en 1864, que se convirtió en internacional en 1928 con la construcción del túnel de Canfranc. El siglo XX marcó la evolución de la ciudad con la creación de los Cosos, los Porches de Galicia y la construcción de edificios modernistas como el Casino y la Diputación Provincial. Estos elementos arquitectónicos dan forma al aspecto actual de Huesca, combinando a la perfección la rica historia con la dinámica contemporaneidad.

Hoy en día, Huesca también ofrece la oportunidad de adentrarse en su historia a través de recorridos turísticos, donde guías te contarán historias fascinantes sobre la ciudad y sus monumentos. Por ejemplo, ¿sabías que la Basílica de San Lorenzo alberga la figura de San Jorge, patrón de Huesca, que se celebra con una impresionante fiesta el 23 de abril? Podrás conocer datos como este y más reservando una guía turística por la ciudad.

 

Descubre la historia y patrimonio de Huesca en primera persona

Huesca es un lugar donde la historia cobra vida en cada esquina. Desde la época ibera hasta la actualidad, esta ciudad ha experimentado una rica evolución que se refleja en su patrimonio cultural. Sus calles, monumentos y museos te invitan a realizar un viaje en el tiempo, donde podrás explorar las huellas de civilizaciones pasadas y admirar la arquitectura de diferentes épocas.

Ya sea que estés interesado en la arqueología, la historia medieval, el arte sacro o la arquitectura modernista, Huesca tiene algo que ofrecer a cada tipo de viajero. Venir a conocer la magia de Huesca en persona vale mucho la pena, así que, ¿a qué esperas? Reserva una habitación en abba Huesca, el mejor punto de partida para tu exploración de nuestra increíble ciudad. ¡Te esperamos!