Cuando uno viaja a Pamplona con tiempo tiene muchas actividades que poder realizar y diferentes lugares que poder visitar, como su catedral, sus murallas o su palacio. Se trata de una ciudad histórica que aúna el pasado con lo moderno.

Pero no es solo esto lo que nos presenta Navarra. Tiene mucho más, pues se trata de una tierra de gran diversidad y tradiciones que deberías descubrir. Para ello, te presentamos cinco pueblos con encanto para visitar. La mejor forma de conocerlos es yendo en coche, y nuestro abba Reino de Navarra te ofrece una plaza de aparcamiento si reservas una habitación estándar con parking a través de nuestra página web, para que no tengas que estar dando vueltas buscando sitio a tu llegada. Comenzamos con la ruta, ¡toma nota!

  • Olite. Este pequeño pueblo, situado a 35 minutos de Pamplona, posee uno de los castillos históricos más bellos de España. En cuya visita por sus interiores os sentiréis como unos auténticos reyes. Además, tiene dos iglesias medievales, la de Santa María y la de San Pedro, muy nombradas en todos los libros de historia, junto al Museo de la Viña y el Vino de Navarra, otra interesante parada en vuestra visita.
  • Ujué. El pueblo más medieval de todos. Goza de la iglesia-fortaleza de Santa María de Ujué, cuya construcción se remonta a los siglos XII y XIV. Dada su arquitectura, las casas y calles del pueblo forman un laberinto del que, estamos seguros, disfrutarás paseando. Otros lugares que puedes visitar son las ruinas de la Iglesia de San Miguel o la Casa Iriarte.
  • Estella. Un pueblo de 14.000 habitantes que creció influenciado por el Camino de Santiago, ya que conduce a él en su paso por tierras navarras. Entre los monumentos de arte románico que puedes disfrutar en él, rodeados por el río Ega que lo atraviesa, están la iglesia cisterciense de San Pedro de la Rúa, el Palacio de los Reyes de Navarra o la Basílica de Nuestra Señora del Puy. Toda una joya por la que cientos de peregrinos que pasan cada año admirando su belleza.
  • Elizondo. En el Valle de Baztán, sobre las verdosas colinas del Pirineo Atlántico, se encuentra este pequeño pueblo de arquitectura rural. Allí podrás ver el Palacio barroco de Arizkunenea, del siglo XVIII, y también las ermitas de San Pedro y Santa Engracia.
  • Artajona. Aldea situada en la Comarca de Tafalla. Ofrece una de las fortificaciones más importantes de Navarra, llamada Cerco de Artajona. Este recinto fue coronado por la iglesia-fortaleza gótica de San Saturnino. Seguro que te alegrará pasear por las calles empinadas de esta maravilla medieval.

Su exquisita gastronomía, su ambiente festivo en los meses de verano (especialmente con su fiesta más importante, San Fermín) y sus gentes, sumado a todos lo anterior, conforman los motivos definitivos para acercarse a conocer Pamplona y sus alrededores. ¿A qué estás esperando? ¡Arranca el coche y ven ya para el norte!